Estaba almorzando en un restaurante muy agradable con una amiga el otro día cuando me di cuenta que me comí mi comida sin siquiera probarlo. ¡ Qué desperdicio! Ya sabes, cuando comes algo sin ni siquiera darse cuenta que te lo has comido. Pedí una ensalada de espinacas hermosa con queso de cabra, nueces tostadas, arándanos y un delicioso aderezo. Terminé en un tiempo récord porque al parecer fue una carrera. Mi boca estaba llena de comida, tuve mi tenedor cargado con más comida, listo y esperando una pulgada lejos de mi cara. ¡ Qué vergüenza! ¿Encuentras alguna vez usted comiendo así?
Comiendo de esta manera toma todo el placer de comer, ¿cuál es el punto? La comida es combustible para nuestro cuerpo y a veces está bien. Cuando llegue a casa de un paseo en bicicleta super largo, como 100kms, yo soy así hambre y necesidad de comer en mi vientre que comer sólo dará combustible cuerpo para energía empobrecido. Pero las otras 35-40 comidas que comer cada semana debe probar y disfrutar de mi comida y no bajar tan rápido como pueda. Cuando tenemos que masticar la comida y presta mucha atención a lo que estamos comiendo, estamos inclinados a tomar mejores decisiones alimenticias y por lo tanto, perder peso.
Para la mayoría de la gente el placer que obtenemos de los alimentos no es lo que se supone que es. ¿Recuerdas el olor de su mamá, papá, abuela, quien, cocinar u hornear algo que simplemente amaba? Mis recuerdos de infancia de alimentos son de mi padre haciendo tortitas del africano del sur (similares a los crepes) para la cena. Pensando en puedo olerlos y ver a mi papá y mi mamá en la cocina juntos haciendo el bateador, mientras mi hermano mayor y cantó a su alrededor ansiosamente, esperando y esperando que el primero de ellos! Estamos preparados, hard-wired tener recuerdos y el placer de la comida, pero la industria alimentaria está totalmente mal esto. Ahora lo que experimentamos es una adicción a la comida. Y así-denominado-comida es absolutamente horrible para nosotros; Aún no se puede llamar comida. Espero sinceramente que los recuerdos de nuestros hijos con alimentos no son de alimentos procesados, cuadro que viene en el microondas. Y no digo no a cualquier golosinas, hago una media doble galleta de chocolate. Pero, la diferencia con caseros no es sólo el amor, es la falta de productos químicos adictivos que se bombea en tienda comprada "cookies" que nos mantiene enfermos adictos y no saben casi tan buenas como cuando la mamá hace!